Llegaron a Bogotá 4 ex rehenes de las Farc

14 de Junio de 2010, 04:39
BOGOTÁ, 14 Jun 2010 (AFP) -

La liberación de tres policías y un militar colombianos tras doce años de secuestro en manos de las FARC propició un emotivo reencuentro en el aeropuerto militar de Bogotá con unas familias ansiosas por recuperar los años robados. Fotos: EFE:  Juan Carlos Sierra, Daniel Rina -Revista Semana.com

"Mi alma ahora está completa, mi corazón renovado. Volví a nacer y ahora dedicaré mi existencia a estar junto a mi marido, a ponerlo lindo, a recuperar el tiempo perdido y envejercer a su lado. Estoy viviendo de nuevo y no me alejaré de él ni un segundo", dijo a la AFP María Teresa Paredes, la esposa del general de policía Luis Mendieta.

Mientras el general Mendieta (grafica) narraba los padecimientos del cautiverio y las peripecias del rescate, su esposa María Teresa Paredes le tomaba de la mano y le seguía con lágrimas en los ojos.

Las familias recibieron a los suyos con claveles blancos, banderas de Colombia, lágrimas, abrazos y unos hijos emocionados por conocer a sus padres.

Los acompañaban algunos ex rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), como el ex gobernador Alan Jara y las ex congresistas Consuelo González y Gloria Polanco, quienes habían compartido cautiverio con los cuatro recién liberados.

Exactamente a las 10H20 locales (15H20 GMT), vestidos con sus uniformes de camuflaje, Mendieta y sus compañeros, los coroneles Enrique Murillo y William Donato, así como el sargento del Ejército Arbey Delgado, llegaron a Bogotá en un avión militar desde San José del Guaviare (sureste).

Aqui el sargento Arbey Delgado, comparte la alegria con su familia. Foto: Semana - Daniel Reina

Con signos de fatiga en el rostro y disminuidos físicamente por las condiciones de cautiverio, los uniformados se abrazaron con sus familiares, lloraron, y algunos volvieron a encontrarse con hijos a quienes casi no conocían, pues fueron plagiados cuando éstos estaban recién nacidos.

Uno de los momentos más emotivos del encuentro fue el abrazo con la señora Emperatriz de Guevara, madre del coronel de la Policía Julián Ernesto Guevara, muerto en cautiverio.

"En esta guerra la única que perdió fui yo, pero su libertad trae alivio a mi alma", les dijo la señora.

"Me siento volando entre nubes, es una sensación maravillosa", afirmó Mendieta, que el domingo -día del rescate- cumplió 53 años. Además, era el oficial secuestrado de mayor rango.

El coronel Enrique Murillo, habla de su alegria
Foto Semana.com  Daniel Reina

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Jenny, una de sus hijas adolescentes, le preparó el pastel de cumpleaños "más especial" porque "para mí no sólo es el cumpleaños de mi papá, sino el primero del que tengo recuerdo. Quiero conocer a este ser maravilloso del que escuché tanto y que ahora tengo a mi lado en carne y alma", dijo.

Sus familiares habían recibido la última prueba de vida de Mendieta en enero de 2008. En la carta, el oficial dijo: "no es el dolor físico el que me detiene, ni las cadenas en mi cuello lo que me atormenta, sino la agonía mental, la maldad del malo y la indiferencia del bueno, como si no valiésemos".

Tras el recibimiento, los uniformados rescatados -algunos aún con cadenas al cuello- hablaron ante la prensa y agradecieron por su rescate, recordando a sus compañeros que permanecen cautivos. Luego, los tres policías fueron homenajeados por sus mandos.

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En la foto de Daniel Reina - SEMANA, el coronel  William Donato contempla la alegria de sus familiares y allegados

El sargento del Ejército Delgado fue trasladado al hospital militar donde permanecerá al menos tres días, para exámenes médicos.

En el recibimiento a los ex rehenes estuvieron también familiares de otros cautivos. Marlene Orjuela, presidente de la Asociación de Familiares de Policías y Militares secuestrados dijo que si bien la alegría es inmensa, "también existe ahora un gran temor".

"Por supuesto que hay un gran temor por la represalia que pueda tomar ahora la guerrilla con los muchachos que siguen en cautiverio. Lo importante es que por encima de cualquier consideración esté el respeto a sus vidas y a su integridad. Deben mandarnos pruebas de vida", aseguró.

sab/nn/al