
04 Feb 2008 18:58
Por Luis Jaime Acosta
Por Luis Jaime Acosta
BOGOTA, feb 4 (Reuters) - Cientos de miles de personas vestidas de blanco salieron el lunes a las calles de Colombia para gritar "¡No más FARC!", en una histórica jornada que acompañaron varios países contra la guerrilla para exigir la liberación de los secuestrados y el fin de la violencia.
Banderas blancas y de Colombia -amarillo, azul y rojo-, así como palomas de papel, se entrelazaron con el sonido de silbatos y los gritos de los manifestantes de "¡No más FARC!", "¡No más FARC!" y "¡Libertad!", "¡Libertad!".
Imágenes de televisión captadas desde helicópteros mostraron largas filas de personas marchando por céntricas calles de Bogotá, Medellín, Cali, entre otras.
La manifestación, que transcurrió en calma, fue considerada por los organizadores y funcionarios del Gobierno como la más multitudinaria en la historia reciente en el país de unos 42 millones de habitantes, que suele protestar poco contra la violencia derivada del conflicto interno.
"Se desbordó el país", dijo el ministro del Interior, Carlos Holguín, quien se abstuvo de cuantificar la cantidad de manifestantes.
La protesta, apoyada por colombianos en más de 120 ciudades del exterior, se realizó dos días después de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron que liberarán unilateralmente a tres ex congresistas secuestrados desde hace más de seis años.
La guerrilla comunicó que entregará los rehenes en las selvas de Colombia al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, o a sus delegados, ante lo que el Gobierno de Caracas inició las acciones necesarias para lograr la liberación.
La liberación anunciada por la guerrilla fue considerada por el comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla de León, como un gesto de las FARC ante la presión y el rechazo de la opinión pública.
La protesta bajo el lema "un millón de voces contra las FARC" fue convocada por un grupo de jóvenes a través de Facebook después de que se conocieron en enero pruebas de vida de un grupo de rehenes que dejaron en evidencia la humillación que soportan en los campamentos rebeldes en medio de la selva.
RECHAZO MUNDIAL
La protesta se extendió a ciudades de Estados Unidos como Miami, Washington, Los Angeles y Nueva York, a otras de Europa como Madrid, así como Sydney en Australia y Tokio en Japón.
En capitales de América Latina como Ciudad de México, Montevideo, Buenos Aires, Caracas, Santiago, Quito y Lima también hubo concentraciones.
"Las FARC son un movimiento guerrillero, narcotraficante y terrorista y no hacen más que dañar a Colombia", dijo Rafael Navarro, un colombiano que participó en la manifestación en Ciudad de México mientras decenas de personas a su alrededor gritaban "¡No más FARC!", "¡Queremos paz!.
El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, agradeció la participación masiva de los ciudadanos en el país y en el exterior.
"Nuestra voz de gratitud a todos los colombianos que hoy han expresado con dignidad y con fortaleza el rechazo al secuestro y a los secuestradores", dijo el mandatario desde la ciudad de Valledupar, al norte de Colombia.
"Hacemos llegar un mensaje a los secuestrados, el mensaje de que toda Colombia está con ellos, de que haremos todos los esfuerzos para que regresen a sus hogares y a la libertad sin que tengan que temer por un nuevo secuestro. Liberar a los secuestrados y erradicar el secuestro es la consigna del alma colectiva de los colombianos", agregó.
En Bogotá, la capital colombiana de más de 7 millones de habitantes, miles de personas se concentraron en diferentes sectores con camisetas blancas en las que se leía por la parte frontal "Colombia soy yo" y en la espalda "No más secuestros, no más mentiras, no más muertes, no más FARC".
"Paz, no más FARC, no queremos más FARC, queremos que nosotros los jóvenes nos pronunciemos, le digamos no a las FARC, que cesen tanta violencia, cosas hostiles contra nosotros los jóvenes y todos los ciudadanos colombianos", dijo a Reuters Jaime Martínez, un estudiante universitario de 26 años, quien cubría su cuerpo con una bandera de Colombia.
Los familiares de los 44 rehenes que la guerrilla busca intercambiar con el Gobierno por unos 500 guerrilleros encarcelados no participaron en la jornada por el temor a las represalias que puedan sufrir sus seres queridos.
La protesta estuvo antecedida por una polémica debido a la decisión del izquierdista Polo Democrático Alternativo y de los principales sindicatos de utilizar la jornada para presionar por un acuerdo humanitario, el fin de la guerra y la suspensión del secuestro.
Sectores políticos y los organizadores de la manifestación cuestionaron la posición de los sindicatos y del partido de izquierda de no rechazar directamente a la guerrilla.
(Reporte de Luis Jaime Acosta; Editado por Silene Ramírez)
REUTERS LJA SR
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